Para muchos los derechos individuales y los derechos humanos son equivalentes, para otros son casi opuestos. Hay dos visiones, unos quieren protegerse de los malos gobernantes y otros quieren ser protegidos por el Estado. Las palabras “derecho, soberanía y justicia” tienen muchas definiciones, y los demagogos pueden confundirnos.
Siempre que llamamos “derechos humanos” a los “beneficios concedidos a los necesitados”, terminamos llamando “beneficios” a los “derechos individuales”. Si hablamos de derecho a la vivienda, a la salud, a la educación sin detallar como se costearán tales beneficios, solamente se logra avasallar derechos individuales como la libertad de trabajar, la libertad de comerciar, la libertad de expresión, el derecho de propiedad, etc que terminan convirtiéndose en prebendas solo otorgadas a los cortesanos del poder.
Es bueno, conveniente y necesario que haya beneficios, ayudas, asistencias, apoyos o auxilios, para excluidos, enfermos, huérfanos o débiles, pero es peligroso llamarlos “derechos” porque la ayuda o beneficio nace de la generosidad pactada por las personas de la comunidad y no de exigencias legales impuestas desde el Estado, los tratados internacionales, el tribunal de La Haya o las Naciones Unidas.
Continuar leyendo “DERECHOS INDIVIDUALES Y DERECHOS HUMANOS”